En colegios, universidades, institutos policiales, militares y en los diferentes poderes del estado, el sistema impuesto para conseguir el objetivo trazado (alumnos pasando al siguiente ciclo, a grados superiores según sus funciones, etc.), todos deben ser evaluados por personas que, dependiendo de su calidad moral, se puede conseguir el siguiente objetivo por esfuerzos personales correctos o devolviendo “favores”, desde el sometimiento sexual pasando por la entrega de dinero, propiedades hasta el sometimiento al poder de ciertos personajes. En todos los casos, desprendiéndose de la mucha o poca moral que les pueda quedar al individuo/a que necesita ser favorecido. Producto de este sometimiento, tenemos a un corrupto más en la cola de la maraña de corrupción. 

Debe buscarse una alternativa al sistema de evaluaciones para aprobar un examen o requisito para pasar al siguiente ciclo o grado superior.

Evaluaciones en que los postulantes no tengan el menor contacto con sus evaluadores y no exista la menor forma de identificarlos por parte de estos.

No conozco el procedimiento en otros países para evitar el sometimiento, pero en el Perú, ante la decadencia de la moral, se hace necesario medidas extremas.